Tuesday, November 27, 2007
El Senado argentino aprueban “en general” la Ley de Bosques
La Ley de Bosques fue aprobada esta tarde en general y el tratamiento en particular pasó para la semana próxima debido a la fuerte presión ejercida por el lobby sojero de las provincias del Norte que intentó hasta última hora desvirtuar la moratoria que detiene los desmontes.
La Ley de Bosques fue aprobada esta tarde en general y el tratamiento en particular pasó para la semana próxima debido a la fuerte presión ejercida por el lobby sojero de las provincias del Norte que intentó hasta última hora desvirtuar la moratoria que detiene los desmontes.
“La decisión de no aprobar por completo la ley demuestra las fuertes diferencias que hay en el bloque oficialista sobre este tema. Sabemos que hay presiones para desvirtuar la moratoria e instalar una ley contraria al proyecto original que establecía la detención de los desmontes hasta que cada provincia realice el ordenamiento territorial de sus bosques nativos, lo que resulta vital para que la norma sea efectiva”, declaró Juan Carlos Villalonga, Director Político de Greenpeace.
Después de varios días de negociaciones, el Senado finalmente incluyó en el temario la Ley de Bosques, pese a las presiones de las provincias que intentaron licuar el espíritu de la norma.
“Para nosotros, es un paso adelante que los senadores hayan acusado recibo de la presión de más de un millón de personas y que hayan decidido tratar la Ley. Sin embargo, las organizaciones vamos a seguir de cerca la discusión para garantizar que se apruebe un texto que respete el espíritu de la ley aprobada en diputados y apoyada por más de un millón de argentinos. La moratoria es necesaria para evitar procesos especulativos, como el que está ocurriendo en Salta, donde, este año se solicitaron autorizaciones para desmontar más de 355 mil hectáreas de bosques", aseguró Hernán Giardini, Coordinador de la Campaña de Bosques de Greenpeace.
La Ley de Presupuestos Mínimos para la Protección de los Bosques Nativos fue presentada el año pasado en la Cámara de Diputados por el Diputado Miguel Bonasso e impulsada por Greenpeace y otras organizaciones ambientalistas y contó con el apoyo del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE) y la Organización de Naciones y Pueblos Indígenas en Argentina (ONPIA) y la Asociación Forestal Argentina (AFOA).
A fines de 2006, se trató por primera vez en Diputados y en el mes de marzo de 2007, luego de una larga sesión, la Cámara Baja le otorgó la media sanción y la giró para su discusión a seis comisiones del Senado: Presupuesto y Hacienda, Legislación General, justicia y Asuntos Penales, Industria y Comercio, Ambiente y Desarrollo Sustentable y Agricultura, Ganadería y Pesca.
La fuerte presión ejercida por los representantes de las provincias del norte, que se oponen a distintos artículos de la Ley impidió que se discutiera en las comisiones y que llegara a ser tratada en el recinto. A esto se sumó el parate en el que estuvo en Congreso durante el tiempo que duró la campaña electoral.
Debido al retraso en el tratamiento de la Ley, Greenpeace, junto a distintas organizaciones ambientalistas de todo el país, entre quienes se encuentran Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) y Fundación Vida Silvestre impulsó la campaña Un millón de firmas por los bosques, con el objeto de sumar las adhesiones de los ciudadanos para exigir a los senadores el tratamiento de la Ley. El número previsto inicialmente se vio ampliamente superado y más de 1.300.000 personas ya sumaron su respaldo.
A principios del mes de octubre las organizaciones entregaron en el Senado las planillas que contenían las firmas junto con un petitorio formal para exigir la aprobación de la Ley de Bosques.
La presión de la gente hizo que, una semana más tarde, el presidente del bloque oficialista de la Cámara Alta, Miguel Ángel Pichetto junto con la Secretaria de Ambiente y Recursos Naturales, Romina Picolotti dieran una conferencia de prensa en la que el oficialismo se comprometió a tratar la Ley en la primera sesión posterior a las elecciones del 28 de octubre.
La Ley de Bosques establece diez criterios ecológicos y categorías de conservación que apuntan a planificar las actividades forestales, agrícolas y ganaderas evitando la fragmentación y degradación del bosque nativo, y establece como prioritarios cuidar a los bosques que actualmente ocupan y utilizan comunidades indígenas y campesinas.
Según un informe de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación indican que nuestro país se encuentra en una verdadera Emergencia Forestal: entre 1998 y 2002 desaparecieron 781.930 hectáreas pero en los últimos cuatro años, el proceso se acentuó y los desmontes arrasaron con 1.108.669 hectáreas, lo que equivale a 280.000 hectáreas por año, 821 hectáreas de bosques por día, es decir, 34 hectáreas por hora. www.ecoportal.net
Agencia Comunaswww.agenciacomunas.com.ar
http://www.ecoportal.net/content/view/full/74233
La Ley de Bosques fue aprobada esta tarde en general y el tratamiento en particular pasó para la semana próxima debido a la fuerte presión ejercida por el lobby sojero de las provincias del Norte que intentó hasta última hora desvirtuar la moratoria que detiene los desmontes.
“La decisión de no aprobar por completo la ley demuestra las fuertes diferencias que hay en el bloque oficialista sobre este tema. Sabemos que hay presiones para desvirtuar la moratoria e instalar una ley contraria al proyecto original que establecía la detención de los desmontes hasta que cada provincia realice el ordenamiento territorial de sus bosques nativos, lo que resulta vital para que la norma sea efectiva”, declaró Juan Carlos Villalonga, Director Político de Greenpeace.
Después de varios días de negociaciones, el Senado finalmente incluyó en el temario la Ley de Bosques, pese a las presiones de las provincias que intentaron licuar el espíritu de la norma.
“Para nosotros, es un paso adelante que los senadores hayan acusado recibo de la presión de más de un millón de personas y que hayan decidido tratar la Ley. Sin embargo, las organizaciones vamos a seguir de cerca la discusión para garantizar que se apruebe un texto que respete el espíritu de la ley aprobada en diputados y apoyada por más de un millón de argentinos. La moratoria es necesaria para evitar procesos especulativos, como el que está ocurriendo en Salta, donde, este año se solicitaron autorizaciones para desmontar más de 355 mil hectáreas de bosques", aseguró Hernán Giardini, Coordinador de la Campaña de Bosques de Greenpeace.
La Ley de Presupuestos Mínimos para la Protección de los Bosques Nativos fue presentada el año pasado en la Cámara de Diputados por el Diputado Miguel Bonasso e impulsada por Greenpeace y otras organizaciones ambientalistas y contó con el apoyo del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE) y la Organización de Naciones y Pueblos Indígenas en Argentina (ONPIA) y la Asociación Forestal Argentina (AFOA).
A fines de 2006, se trató por primera vez en Diputados y en el mes de marzo de 2007, luego de una larga sesión, la Cámara Baja le otorgó la media sanción y la giró para su discusión a seis comisiones del Senado: Presupuesto y Hacienda, Legislación General, justicia y Asuntos Penales, Industria y Comercio, Ambiente y Desarrollo Sustentable y Agricultura, Ganadería y Pesca.
La fuerte presión ejercida por los representantes de las provincias del norte, que se oponen a distintos artículos de la Ley impidió que se discutiera en las comisiones y que llegara a ser tratada en el recinto. A esto se sumó el parate en el que estuvo en Congreso durante el tiempo que duró la campaña electoral.
Debido al retraso en el tratamiento de la Ley, Greenpeace, junto a distintas organizaciones ambientalistas de todo el país, entre quienes se encuentran Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) y Fundación Vida Silvestre impulsó la campaña Un millón de firmas por los bosques, con el objeto de sumar las adhesiones de los ciudadanos para exigir a los senadores el tratamiento de la Ley. El número previsto inicialmente se vio ampliamente superado y más de 1.300.000 personas ya sumaron su respaldo.
A principios del mes de octubre las organizaciones entregaron en el Senado las planillas que contenían las firmas junto con un petitorio formal para exigir la aprobación de la Ley de Bosques.
La presión de la gente hizo que, una semana más tarde, el presidente del bloque oficialista de la Cámara Alta, Miguel Ángel Pichetto junto con la Secretaria de Ambiente y Recursos Naturales, Romina Picolotti dieran una conferencia de prensa en la que el oficialismo se comprometió a tratar la Ley en la primera sesión posterior a las elecciones del 28 de octubre.
La Ley de Bosques establece diez criterios ecológicos y categorías de conservación que apuntan a planificar las actividades forestales, agrícolas y ganaderas evitando la fragmentación y degradación del bosque nativo, y establece como prioritarios cuidar a los bosques que actualmente ocupan y utilizan comunidades indígenas y campesinas.
Según un informe de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación indican que nuestro país se encuentra en una verdadera Emergencia Forestal: entre 1998 y 2002 desaparecieron 781.930 hectáreas pero en los últimos cuatro años, el proceso se acentuó y los desmontes arrasaron con 1.108.669 hectáreas, lo que equivale a 280.000 hectáreas por año, 821 hectáreas de bosques por día, es decir, 34 hectáreas por hora. www.ecoportal.net
Agencia Comunaswww.agenciacomunas.com.ar
http://www.ecoportal.net/content/view/full/74233
Hay polémica por las limitaciones a las papeleras argentinas
El Gobierno pide cambios porque hasta Botnia cumpliría las exigencias en debate.
Por: Marcelo Helfgot
Romina Picolotti montó en cólera cuando se enteró del proyecto que establece nuevas reglas para la fabricación de papel, aprobado el martes por unanimidad en un plenario de las comisiones de Recursos Naturales y de Industria. La secretaria de Medio Ambiente se comunicó de inmediato con el diputado Miguel Bonasso, a cargo de la primera de esas comisiones. Le advirtió que las condiciones que el texto impone a las empresas, para que no contaminen, son idénticas a las que asegura cumplir la finlandesa Botnia en su planta de Fray Bentos, eje del conflicto ambiental entre la Argentina y Uruguay."Tienen que ser más duros con las exigencias o le estaríamos dando la razón a Botnia", dicen que recomendó la funcionaria. Bonasso se lo transmitió a su colega de Industria, el también kirchnerista Dante Dovena. Y acordaron modificar el dictamen durante el debate de la ley, que podría ser pasado mañana.La aplicación de presupuestos mínimos para las fábricas nacionales de pasta de celulosa y de papel es una deuda pendiente desde que el Gobierno convirtió en cuestión de Estado el pleito por las pasteras que se levantan al otro lado del Río Uruguay. "Mientras reclamamos ante el Tribunal de La Haya, muchas de las 60 plantas de papel que tenemos en el país contaminan", coincidieron varios de los diputados que votaron el despacho. No es casual que la autora del proyecto usado como base, Blanca Osuna, sea entrerriana y responda al gobernador Jorge Busti, promotor de las protestas de los ambientalistas de Gualeguaychú. Con todo, se dejó de lado un texto más estricto que formuló la arista rebelde Martha Maffei.A Picolotti le parecen insuficientes las normas para determinar las "mejores técnicas disponibles" a las que serán obligadas las empresas del rubro en territorio argentino para proteger el ambiente. Entre ellas, figuran la eliminación del cloro en el proceso de blanqueo y la implementación de medidas para minimizar los ruidos, la emisión de gases y la de efluentes líquidos.Todas las fábricas deberán atravesar un estudio de impacto ambiental. Y las que ya funcionan tendrán hasta 6 años para cumplir con un plan de reconversión.
http://www.clarin.com/diario/2007/11/26/elpais/p-1549398.htm
Por: Marcelo Helfgot
Romina Picolotti montó en cólera cuando se enteró del proyecto que establece nuevas reglas para la fabricación de papel, aprobado el martes por unanimidad en un plenario de las comisiones de Recursos Naturales y de Industria. La secretaria de Medio Ambiente se comunicó de inmediato con el diputado Miguel Bonasso, a cargo de la primera de esas comisiones. Le advirtió que las condiciones que el texto impone a las empresas, para que no contaminen, son idénticas a las que asegura cumplir la finlandesa Botnia en su planta de Fray Bentos, eje del conflicto ambiental entre la Argentina y Uruguay."Tienen que ser más duros con las exigencias o le estaríamos dando la razón a Botnia", dicen que recomendó la funcionaria. Bonasso se lo transmitió a su colega de Industria, el también kirchnerista Dante Dovena. Y acordaron modificar el dictamen durante el debate de la ley, que podría ser pasado mañana.La aplicación de presupuestos mínimos para las fábricas nacionales de pasta de celulosa y de papel es una deuda pendiente desde que el Gobierno convirtió en cuestión de Estado el pleito por las pasteras que se levantan al otro lado del Río Uruguay. "Mientras reclamamos ante el Tribunal de La Haya, muchas de las 60 plantas de papel que tenemos en el país contaminan", coincidieron varios de los diputados que votaron el despacho. No es casual que la autora del proyecto usado como base, Blanca Osuna, sea entrerriana y responda al gobernador Jorge Busti, promotor de las protestas de los ambientalistas de Gualeguaychú. Con todo, se dejó de lado un texto más estricto que formuló la arista rebelde Martha Maffei.A Picolotti le parecen insuficientes las normas para determinar las "mejores técnicas disponibles" a las que serán obligadas las empresas del rubro en territorio argentino para proteger el ambiente. Entre ellas, figuran la eliminación del cloro en el proceso de blanqueo y la implementación de medidas para minimizar los ruidos, la emisión de gases y la de efluentes líquidos.Todas las fábricas deberán atravesar un estudio de impacto ambiental. Y las que ya funcionan tendrán hasta 6 años para cumplir con un plan de reconversión.
http://www.clarin.com/diario/2007/11/26/elpais/p-1549398.htm
Monday, November 26, 2007
Botnia y la tragedia del desarrollo
Y la chimenea comenzó a marcar una herida pestilente y oscura en el aire que atraviesa los cielos y las aguas azules del río Uruguay. La fábrica y la chimenea que por siglos nos contaron que eran símbolos de progreso, prosperidad, trabajo y desarrollo se pusieron en funcionamiento en Fray Bentos, Uruguay. Gustavo Esteva, uno de los críticos latinoamericanos más agudos de “este desarrollo”, dice que con él nos privaron de definir modos de construir la producción material y social de la vida basados en nuestras propias especificidades culturales
Se nos hizo creer que los procesos económicos, agrega, se desenvuelven con la misma fuerza de las leyes naturales. En estos días en que Botnia comienza a funcionar, consideramos importante deconstruir ciertos “mitos” que se utilizan para justificar estas inversiones capitalistas que tienen como centro los recursos naturales.
El crecimiento económico en particular de los países capitalistas desarrollados, pero también de la India y China, requiere crecientes recursos naturales, generándose “escaseces”, dado que son bienes que no pueden ser producidos fácilmente o en cantidad suficiente por los países altamente industrializados (que los esquilmaron en sus propios territorios). Por otro lado están las tecnologías “modernas” o de “última generación” y sus efectos devastadores sobre el medio ambiente y la salud pública.
En los países centrales existen regulaciones o controles que tienden a limitar estas actividades, pero esto acarrea un aumento significativo de sus costos, reduciéndose sustancialmente su rentabilidad. Como consecuencia, sea por la escasez o por sus efectos contaminantes, las empresas que utilizan los recursos naturales en escala mundial tienden a instalarse en los países fuera de sus territorios de origen, donde los mundos sociales de quienes toman las decisiones están a salvo. Asimismo, tienden a generar enormes súper ganancias, o “rentas diferenciales a escala mundial” que –tras décadas de privatizaciones y desregulaciones– son apropiadas por estas grandes empresas y por un puñado de Estados del Norte. En la periferia, la explotación de estos recursos naturales genera no sólo fabulosas ganancias, sino sobreganancias que denominamos “rentas”. Se trata de recursos no producidos por el trabajo humano: son la tierra, el agua, los ríos cercanos, los cerros, etc. Por más dinero que genere el Norte, por más capital que acumule, por más que suban sus “bolsas”, no puede recrear los montes nativos, que son los que cobijan la biodiversidad, los ríos con agua potable, la tierra fértil...
Por otro lado, una tecno-ciencia al servicio del capital concentrado argumenta que esos recursos sin las nuevas tecnologías no son explotables y “no sirven para nada”. Gran falacia: desde que el hombre es hombre se relacionó con los bienes naturales y con los otros seres vivientes para la propia reproducción de la vida material y generó técnicas, herramientas para usarlos en forma sustentable. El resultado es que unas culturas los cuidaron y aún los poseen y otras –las del Norte– los esquilmaron. Otro argumento que circula es “¿cómo vamos a estar en contra de la producción de papel?” y raudamente se mencionan los libros, para tocar algo valorado por nuestros pueblos. Basta recorrer la ciudad de Nueva York a las siete de la tarde para comprobar lo que significa la sociedad del desperdicio: kilos y kilos de papel como basura que diariamente los habitantes de las grandes ciudades del desarrollo usan y tiran para que el molinete de la producción papelera vuelva a comenzar y a obtener sus superganancias.
Este desarrollo, el modelo del agronegocio, que también es el forestal, el minero, etc., es devastador no sólo para Uruguay, sino para Argentina, Chile, Brasil, Paraguay, y debería ser materia de debate no sólo en las Asambleas de Autoconvocados de toda la América Latina, sino en el marco del Mercosur, en la Comunidad Andina (CAN), en el seno de las sociedades en general.
Por Norma Giarracca y Miguel Teubal *
* Giarraca es socióloga y profesora de Sociología Rural (UBA); Teubal es economista e investigador superior del Conicet.
Fuente: Página 12
Comentarios
BOTNIA - LA CONTAMINACION NO ES MENTAL?, por Daniel Ignacio Vàzquez (25/11/2007)
Si refexionamos que en la revisiòn històrica criticamos los barcos que transportaban el oro de Amèrica a Europa hay un paralelismo actual con los barcos cargados de soja, pero la diferencia es que en la antiguedad esos barcos los cargaban los conquistadores y hoy la soja la enviamos nosotros encantados de las ganancias del mal llamado "oro verde". Sì cultivamos soja y otros cereales tendrìamos que tener la inteligencia de industrializarlos y exportar el producto con valor agregado. Dejemos de malgastar nuestros escasos capitales nacionales en energìa atòmica y desarrollemos las energìas alternativas, el primer ferrocarril fuè creado y explotado por argentinos, los ingleses lo compraron porque tenìa superàvit y lo vendieron al gobierno argentino cuando producìa pèrdidas. Vamos a seguir copiando mal? Miremos hacia los paìses que avanzan en calidad de vida para sus habitantes, que invierten en infraestructura, fuentes de energìa, FERROCARRILES, en desarrollo regional , dejemos de expulsar a nuestros chacareros de los campos que trabajaron durante varias generaciones, observemos como los proteje Japòn y la Comunidad Europea, cada campesino que abandona el campo y se radica en las villas miserias suburbanas y/o capitalinas le cuesta al Estado 7 veces màs que mantenerlo en su lugar de origen.
http://www.biodiversidadla.org/content/view/full/37376
Se nos hizo creer que los procesos económicos, agrega, se desenvuelven con la misma fuerza de las leyes naturales. En estos días en que Botnia comienza a funcionar, consideramos importante deconstruir ciertos “mitos” que se utilizan para justificar estas inversiones capitalistas que tienen como centro los recursos naturales.
El crecimiento económico en particular de los países capitalistas desarrollados, pero también de la India y China, requiere crecientes recursos naturales, generándose “escaseces”, dado que son bienes que no pueden ser producidos fácilmente o en cantidad suficiente por los países altamente industrializados (que los esquilmaron en sus propios territorios). Por otro lado están las tecnologías “modernas” o de “última generación” y sus efectos devastadores sobre el medio ambiente y la salud pública.
En los países centrales existen regulaciones o controles que tienden a limitar estas actividades, pero esto acarrea un aumento significativo de sus costos, reduciéndose sustancialmente su rentabilidad. Como consecuencia, sea por la escasez o por sus efectos contaminantes, las empresas que utilizan los recursos naturales en escala mundial tienden a instalarse en los países fuera de sus territorios de origen, donde los mundos sociales de quienes toman las decisiones están a salvo. Asimismo, tienden a generar enormes súper ganancias, o “rentas diferenciales a escala mundial” que –tras décadas de privatizaciones y desregulaciones– son apropiadas por estas grandes empresas y por un puñado de Estados del Norte. En la periferia, la explotación de estos recursos naturales genera no sólo fabulosas ganancias, sino sobreganancias que denominamos “rentas”. Se trata de recursos no producidos por el trabajo humano: son la tierra, el agua, los ríos cercanos, los cerros, etc. Por más dinero que genere el Norte, por más capital que acumule, por más que suban sus “bolsas”, no puede recrear los montes nativos, que son los que cobijan la biodiversidad, los ríos con agua potable, la tierra fértil...
Por otro lado, una tecno-ciencia al servicio del capital concentrado argumenta que esos recursos sin las nuevas tecnologías no son explotables y “no sirven para nada”. Gran falacia: desde que el hombre es hombre se relacionó con los bienes naturales y con los otros seres vivientes para la propia reproducción de la vida material y generó técnicas, herramientas para usarlos en forma sustentable. El resultado es que unas culturas los cuidaron y aún los poseen y otras –las del Norte– los esquilmaron. Otro argumento que circula es “¿cómo vamos a estar en contra de la producción de papel?” y raudamente se mencionan los libros, para tocar algo valorado por nuestros pueblos. Basta recorrer la ciudad de Nueva York a las siete de la tarde para comprobar lo que significa la sociedad del desperdicio: kilos y kilos de papel como basura que diariamente los habitantes de las grandes ciudades del desarrollo usan y tiran para que el molinete de la producción papelera vuelva a comenzar y a obtener sus superganancias.
Este desarrollo, el modelo del agronegocio, que también es el forestal, el minero, etc., es devastador no sólo para Uruguay, sino para Argentina, Chile, Brasil, Paraguay, y debería ser materia de debate no sólo en las Asambleas de Autoconvocados de toda la América Latina, sino en el marco del Mercosur, en la Comunidad Andina (CAN), en el seno de las sociedades en general.
Por Norma Giarracca y Miguel Teubal *
* Giarraca es socióloga y profesora de Sociología Rural (UBA); Teubal es economista e investigador superior del Conicet.
Fuente: Página 12
Comentarios
BOTNIA - LA CONTAMINACION NO ES MENTAL?, por Daniel Ignacio Vàzquez (25/11/2007)
Si refexionamos que en la revisiòn històrica criticamos los barcos que transportaban el oro de Amèrica a Europa hay un paralelismo actual con los barcos cargados de soja, pero la diferencia es que en la antiguedad esos barcos los cargaban los conquistadores y hoy la soja la enviamos nosotros encantados de las ganancias del mal llamado "oro verde". Sì cultivamos soja y otros cereales tendrìamos que tener la inteligencia de industrializarlos y exportar el producto con valor agregado. Dejemos de malgastar nuestros escasos capitales nacionales en energìa atòmica y desarrollemos las energìas alternativas, el primer ferrocarril fuè creado y explotado por argentinos, los ingleses lo compraron porque tenìa superàvit y lo vendieron al gobierno argentino cuando producìa pèrdidas. Vamos a seguir copiando mal? Miremos hacia los paìses que avanzan en calidad de vida para sus habitantes, que invierten en infraestructura, fuentes de energìa, FERROCARRILES, en desarrollo regional , dejemos de expulsar a nuestros chacareros de los campos que trabajaron durante varias generaciones, observemos como los proteje Japòn y la Comunidad Europea, cada campesino que abandona el campo y se radica en las villas miserias suburbanas y/o capitalinas le cuesta al Estado 7 veces màs que mantenerlo en su lugar de origen.
http://www.biodiversidadla.org/content/view/full/37376
Thursday, November 22, 2007
Se realizará un taller sobre el río Grande
El próximo miércoles 21 se llevará a cabo un Taller de inicio proyecto GEF "Estrategias de ordenamiento de recursos hídricos en la cuenca binacional de Río Grande de Tierra del Fuego" organizado por la Subsecretaría de Recursos Naturales - Dirección de Recursos Hídricos.
(16/11/2007) RIO GRANDE - El próximo miércoles 21 se llevará a cabo un Taller de inicio proyecto GEF "Estrategias de ordenamiento de recursos hídricos en la cuenca binacional de Río Grande de Tierra del Fuego" organizado por la Subsecretaría de Recursos Naturales - Dirección de Recursos Hídricos.
El taller dará comienzo a las 10 en el Salón del IPRA de esta ciudad y contará con la participación del subsecretario de Recursos Naturales, Ing. Rubén Cerezani; de la directora de Recursos Hídricos, Ing. Adriana Urciuolo; de la jefa de Dpto. Recursos Hídricos Zona Norte, Lic. Rita Lofiego; y el Jefe de Dpto. Manejo de Cuencas, Ing. Rodolfo Iturraspe
La propuesta dará inicio con la presentación sobre el Proyecto y antecedentes del Subgrupo binacional de expertos de la cuenca del río Grande, a cargo de Ing. Adriana Urciuolo y luego se hará una exposición sobre las "Inundaciones año 2006 y régimen hidrológico de la cuenca" a cargo del Ing. Rodolfo Iturrapse.
http://www.tiempofueguino.com.ar/cms/tiempofueguino_sp/content/view/2643/31/
(16/11/2007) RIO GRANDE - El próximo miércoles 21 se llevará a cabo un Taller de inicio proyecto GEF "Estrategias de ordenamiento de recursos hídricos en la cuenca binacional de Río Grande de Tierra del Fuego" organizado por la Subsecretaría de Recursos Naturales - Dirección de Recursos Hídricos.
El taller dará comienzo a las 10 en el Salón del IPRA de esta ciudad y contará con la participación del subsecretario de Recursos Naturales, Ing. Rubén Cerezani; de la directora de Recursos Hídricos, Ing. Adriana Urciuolo; de la jefa de Dpto. Recursos Hídricos Zona Norte, Lic. Rita Lofiego; y el Jefe de Dpto. Manejo de Cuencas, Ing. Rodolfo Iturraspe
La propuesta dará inicio con la presentación sobre el Proyecto y antecedentes del Subgrupo binacional de expertos de la cuenca del río Grande, a cargo de Ing. Adriana Urciuolo y luego se hará una exposición sobre las "Inundaciones año 2006 y régimen hidrológico de la cuenca" a cargo del Ing. Rodolfo Iturrapse.
http://www.tiempofueguino.com.ar/cms/tiempofueguino_sp/content/view/2643/31/