Monday, June 25, 2007
Amazonas: la deforestación afectará la Cuenca del Plata
Científicos del programa Experimento de Gran Escala de la Biosfera-Atmósfera que depende del Ministerio de Ciencia y Tecnología, probaron la relación entre vientos húmedos del norte de Brasil y lluvias en la Cuenca del Plata. Es la zona que incluye al sur brasileño, el norte y centro de Argentina, Paraguay y Uruguay.
Es también un problema para la geopolítica regional por su impacto directo sobre la economía del Mercosur. Expertos en meteorología dan evidencias: la suba de temperatura en la selva brasileña y su deforestación provocan cambios en el régimen de lluvias en el Cono Sur, con consecuencias en la agricultura y la ganadería.
Científicos del programa Experimento de Gran Escala de la Biosfera-Atmósfera que depende del Ministerio de Ciencia y Tecnología, probaron la relación entre vientos húmedos del norte de Brasil y lluvias en la Cuenca del Plata. Es la zona que incluye al sur brasileño, el norte y centro de Argentina, Paraguay y Uruguay.
Temen entonces que el derrumbe continuo de millones de hectáreas de la selva amazónica reduzca los volúmenes de vapor de agua que libera la vegetación y perjudique, así, el transporte de humedad hacia la región sur del continente con reflejos directos en las estaciones de lluvia.
Las estadísticas anuales del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales ponen los pelos de punta: en 2003-2004 fueron barridos más de 50.000 km. cuadrados de floresta, un área equivalente a Tucumán y Misiones juntas.
Según el profesor José Antonio Marengo Orsini, experto del Centro de Previsión del Tiempo y Estudios Climáticos, los datos muestran alteraciones significativas en el clima del sur de Brasil con reducciones en las precipitaciones en Río Grande del Sur y Santa Catarina. Ese proceso se debe a las alteraciones sufridas por los llamados "chorros de nivel bajo", corrientes de aire húmedo que viajan de norte a sur a 50 km. por hora y a 3.000 metros de altura. Estos "chorros" surgen de los vientos alisios que entran al Amazonas desde el Atlántico y que en la floresta se cargan del vapor de agua. Cuando llegan al sur de Brasil y el norte de Argentina chocan con frentes fríos de origen polar. De esa interacción surgen nubes que pueden ascender a 18.000 metros de altura que irán a desencadenar violentas tormentas.
Pero así como estos "chorros de nivel bajo" llevan lluvias del Amazonas al sur del continente, también transportan partículas nocivas de los incendios forestales. Al fuego lo desatan hacendados que buscan ampliar sus dominios para criar vacas o plantar soja. Los gases que se liberan en la combustión suplantan el vapor de agua en los "chorros de nivel bajo". Es por eso que pueden reducirse las lluvias en el sur brasileño, en Paraguay y las provincias argentinas del norte y centro.
A los efectos locales y regionales de la deforestación hay que añadir el pronóstico sobre el futuro del Amazonas que plantea el Panel Intergubernamental de Cambios Climáticos conocido en abril último. Predice un aumento de la temperatura en el Amazonas de entre 2 y 3 grados en los próximos 40 años por el efecto estufa en el mundo y la reducción de lluvias. Solo por ese factor entre 30 y 60% de la selva puede convertirse en sabana (una región plana, semiárida, con gramíneas y escasos árboles). www.ecoportal.net
Norte Grandehttp://www.regionnortegrande.com
http://www.ecoportal.net/content/view/full/69983
Es también un problema para la geopolítica regional por su impacto directo sobre la economía del Mercosur. Expertos en meteorología dan evidencias: la suba de temperatura en la selva brasileña y su deforestación provocan cambios en el régimen de lluvias en el Cono Sur, con consecuencias en la agricultura y la ganadería.
Científicos del programa Experimento de Gran Escala de la Biosfera-Atmósfera que depende del Ministerio de Ciencia y Tecnología, probaron la relación entre vientos húmedos del norte de Brasil y lluvias en la Cuenca del Plata. Es la zona que incluye al sur brasileño, el norte y centro de Argentina, Paraguay y Uruguay.
Temen entonces que el derrumbe continuo de millones de hectáreas de la selva amazónica reduzca los volúmenes de vapor de agua que libera la vegetación y perjudique, así, el transporte de humedad hacia la región sur del continente con reflejos directos en las estaciones de lluvia.
Las estadísticas anuales del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales ponen los pelos de punta: en 2003-2004 fueron barridos más de 50.000 km. cuadrados de floresta, un área equivalente a Tucumán y Misiones juntas.
Según el profesor José Antonio Marengo Orsini, experto del Centro de Previsión del Tiempo y Estudios Climáticos, los datos muestran alteraciones significativas en el clima del sur de Brasil con reducciones en las precipitaciones en Río Grande del Sur y Santa Catarina. Ese proceso se debe a las alteraciones sufridas por los llamados "chorros de nivel bajo", corrientes de aire húmedo que viajan de norte a sur a 50 km. por hora y a 3.000 metros de altura. Estos "chorros" surgen de los vientos alisios que entran al Amazonas desde el Atlántico y que en la floresta se cargan del vapor de agua. Cuando llegan al sur de Brasil y el norte de Argentina chocan con frentes fríos de origen polar. De esa interacción surgen nubes que pueden ascender a 18.000 metros de altura que irán a desencadenar violentas tormentas.
Pero así como estos "chorros de nivel bajo" llevan lluvias del Amazonas al sur del continente, también transportan partículas nocivas de los incendios forestales. Al fuego lo desatan hacendados que buscan ampliar sus dominios para criar vacas o plantar soja. Los gases que se liberan en la combustión suplantan el vapor de agua en los "chorros de nivel bajo". Es por eso que pueden reducirse las lluvias en el sur brasileño, en Paraguay y las provincias argentinas del norte y centro.
A los efectos locales y regionales de la deforestación hay que añadir el pronóstico sobre el futuro del Amazonas que plantea el Panel Intergubernamental de Cambios Climáticos conocido en abril último. Predice un aumento de la temperatura en el Amazonas de entre 2 y 3 grados en los próximos 40 años por el efecto estufa en el mundo y la reducción de lluvias. Solo por ese factor entre 30 y 60% de la selva puede convertirse en sabana (una región plana, semiárida, con gramíneas y escasos árboles). www.ecoportal.net
Norte Grandehttp://www.regionnortegrande.com
http://www.ecoportal.net/content/view/full/69983